QUIEN SABE LO HACE, QUIEN NO LO SABE, ENSEÑA
por
Luiz-Olyntho Telles da
Silva
Polla
ta deina couden
anqrwpou deinoteron pelei
Sófocles, Antígona,verso
332.
ISAGOGE
Con relación a lo que se estuvo diciendo,
respecto al trabajo en un sabado, además en un sabado de enero, yo
queria, tomando la autorización de los colegas que me antecedieron,
además de autorizarme en lo que ha dicho Hugo Levin, cuando habló
del enunciado que se garantiza en la enunciación, yo también
queria enunciar un argumento, autorizándome para tanto en un poema
de Vinicius de Moraes, que yo lo enuncío en forma corrompida:
La vida viene
en olas
Como en la mar.
Los coches andan por la calles
Y nosotros estamos acá para trabajar.
Porque hoy es sábado!
EPÍGRAFE
Bien, yo queria empezar diciendo que es un honor y un gusto estar acá
para trabajar con ustedes, y queria también contarles un sueño,
un sueño de anoche.
Ayer, cuando me fui a dormir, yo no había decidido aún por
una epígrafe para este trabajo, y por la mañana, cuando sonó
el reloj, me desperté con el sueño de una voz que decia: “la
epígrafe está en la página 331”. Como yo habia estado
a leer el Seminário de la Ética, de Lacan, no tuve ninguna
duda de que se trataba de una página de este libro. Pero además
de eso, no pude dejar de asociar con lo que hiciera ayer, a la noche, cuando
fuí a la Escuela Freudiana de Buenos Aires para escuchar una mesa
sobre la cuestión de la nominación de los analistas , cuestión
que a mi entender estava muy relacionada al tema de esta mesa y que, además
me sorprendió por la intensa emoción con que estabam coloreadas
las exposiciones. Me acordé también que al dar el numero de
la Av. Las Heras al señor del taxi, el número 3331, lo relacioné
con el prefijo de mi proprio teléfono, el 333, y después, más
tarde, cuando leí la dirección de acá, Rivadavia 2431,
ya no pude más sino leer la página 331 de la Ética.
Y cuando yo lo abri, en la edición brasileña, lo primeiro que
me llamó la atención fue el número 2, indicativo de la
parte dos del capítulo “Antígona en el entre-dos-muertes”: pensé
que podria ser una indicación para ir a la parte dos, al verso de
la página, pero antes empecé a leer lo que estaba aí,
en el inicio de la página e ahí encuentro una referencia al
gnothi seauton del oráculo de Delfos, y después,
en el verso de la página me sorprendo con una referencia al verso 332
de la tragedia Antígona, el qual empieza asi:
Polla
ta deina kouden an-
thropou deinôteron
pelei
Pues fue la traducción de este verso, echa por Lacan, que yo tomé
como epígrafe para este trabajo:
Existen muchas cosas
formidables en el mundo,
Pero no hay nada más
formidable que el hombre.
INTRODUCCIÓN
Bien, yo pienso que la elección del tema que nos convoca tiene que
ver con lo que trabajamos en la Lacano de Salvador.
De mi parte, mi trabajo llevava a eso, que la escrita del estilo como S1 connotaba un autor, y eso gracias a un giro en la fórmula
del fantasma, la cual yo proponia que se escribiera asi:
( a
->
$ )
_______
_______
S2
S1
En las discusiones y comentarios que se seguíeron surgió, entre
otras, la cuestión de los carácteres. Pues bien, a partir de
su comentario hecho en 1905 en Los tres ensayos, y en todos los comentarios
subsíguientes, Freud dirá que el carácter de una persona
es construído en gran parte com material de excitaciones sexuales
y se compone de pulsiones que fueron fijadas desde la niñez, de construcciones
alcanzadas por la sublimación y de otras construcciones empleadas
para contener con eficacia a las mociones perversas que fueron reconocidas
como inutilizables . En 1908, en Carácter y erotismo anal,
dirá que el carácter, en su configuración final, se
forma a partir de las pulsiones parciales. Y Freud nos da en ese momento
tres posibilidades: los trazos de carácter permanentes son prolongaciónes
inalteradas de las mociones originales, o sublimación de estas pulsiones,
o aun una formación reactiva contra las mismas . En La disposición
a la neurosis obsesiva [1913] Freud propone un límite a estas
pulsiones: las posibilidades antes mencionadas quedaban restrictas ahora
a las pulsiones pre-genitales . En los trabajos siguientes, El yo y el
ello y la Conferencia XXXII se ocupara de la identificación
com los padres y con remanentes de relaciones objetales a las quales el yo
renunció, etc. Y eso todo después de haber incluído,
en 1915, la represión entre los destinos pulsionales.
Bien, todo eso es en verdad muy importante; se trata en todos los casos,
siempre, de relaciones de objeto. La formación del carácter
depende de las relaciones de objeto que un sujeto hace en sus primeras relaciones
en la vida. Eso está presente en la construcción del fantasma,
no es verdad? Y lo que yo decía en Salvador era que, pasando por un
análisis el sujeto tenia la posibilidad de cambiar su destino, no
el de las pulsiones, pero sí transformando este destino en estilo,
una vez que el estilo connota autor. Ahí llegamos.
QUIEN SABE LO HACE, QUIEN
NO LO SABE, ENSEÑA
Pero dejenme hablar un poco del título de mi ponencia de hoy: “Quien
sabe lo hace, quien no lo sabe, enseña”. Ustedes habran reconocido
en el a un chiste de Bernard Shaw. Yo siempre lo tomé asi, como un
chiste, desde mis tiempos de la facultad. Era una manera de hacer broma com
los maestros de aquel entonces. Y despues, a medida que me fui ocupando del
tema de la formación del analista, empecé a darme cuenta de
la verdad sensilla que está ahí. Ustedes se acuerdan de Lacan
cuando dijo en algun lugar, que si un analista puede no saber muy bien lo
que dise, tiene sí que saber lo que hace. Y cuando le toca enseñar,
puede hacerlo solamente desde la Docta Ignorantia de Tomás
de Cusa, desde la agnosia socratica. Para enseñar se necesita saber
que no se sabe.
Y después Lacan vá a decir que para analizar, el analista toma
la autorización de si mismo.
Y
es verdad, estoi de acuerdo con que no hay outra manera. Cuando yo empecé
con el psicoanálisis, mui jovencito, ingrese en una institución
en la qual, después de haber cursado dos años de estudios con
una hora y pico por semana, obtuve la autorización a recibir pacientes
en analisis (era esta la expresión que se usaba). Como ustedes
bién pueden imaginarlo, yo me quedé muy contento. El único
problema fué que se olvidaron de comunicar a los analizantes en potencial
que yo estaba autorizado, y por eso – yo pensaba – no venían. Creo
que fué ahí que empecé a preguntarme por el valor de
esta autorización que viene de afuera!
Pero hoy, entre los lacanianos, por lo menos, la situación es outra.
Escucho de colegas de otras instituciones que con sus preocupaciones vienen
a confirmar lo que yo veo también en mi polis. En general - creo que
se puede circunscribir la cuestion así – para mi, la sorpresa, hoy,
es la cantidad de gente muy joven que se autoriza como psicoanalista! Si
bien es verdad que yo muchas veces me doi cuenta de lo retardado que soi,
eso no es suficiente para que deje de sorprenderme con estas otras autorizaciones,
las que yo diria, precozes.
Lo
que eso me hace pensar es que ahí hay un engaño, pero yo no
creo que el problema esté con el engaño. El engaño hace
parte de la vida. El engaño, la equivocación, son de la orden
del inconsciente. Lacan los aproxima por medio del une bevue, que es
su manera de leer trasliterativamente al unbewuste freudiano. Y es
de ahí que se puede sacar algun aprendizaje. El problema es si uno
no reconoce y/o no quiere aprender con el engaño.
El
cardenal Mazarin, el sucesor de Richelieu junto al trono de Francia, escribe
en el siglo XVII en la Introducción a su Breviario de los políticos,
con respecto a eso, lo seguinte: “Como lo hacía la más antigua
y la mas pura filosofia, fundamentamonos hoy en dos grandes principios. Los
antiguos decian: conteente y absteente. Nosotros decimos: simula y
disimula; o aun: conocete a ti mismo y conoce a los otros – lo que, salvo
error de mi parte – dice el Cardenal – equivale exactamente a la misma cosa”.
Así que el engaño hace parte de la vida, simulación
y disimulación tienen que ver con eso. Hacer semblante, aunque sea
de a, también.
Como se puede ver, hay engaños y engaños. Y para diferenciarlos
yo creo que hay que pensar en la ética.
En
el Seminário 7, dedicado a la ética, Lacan recurre al examen
del origen de la tragédia [griega] que lo hace Aristoteles en sua Poética.
El está interessado en la cuestion de la Kázarsis, y
lo sigue hasta alli, siguiendo una indicación de este pariente por
afinidad de Freud que fue Jakob Bernays, de la familia de su esposa Martha.
Para llegar a la kázarsis como término médico,
él parte de su importancia en la tragédia griega. Pues yo, de
mi parte, pienso que para llegar a la Kázarsis, tomada acá
como metáfora para el proceso analítico, puede ser muy útil
examinar el concepto de engaño, de apate como se dice en griego
(Apath), un concepto que Lacan no lo toma, por
lo menos en esse momento.
En
la tragedia, através de una acción, vale decir de una praxis,
que mueve la compasión y el temor, se produce en el espectador una
kázarsis, o sea, una purificación. Lacan prefiere
decir “purgación”, pero en la tragédia se trata de eso, de
llegar a una purificación. A esa purificación, con todo, solo
se llega si uno se deja engañar.
En
los orígenes de la tragédia, aparece de forma clara la función
de engaño que tienen todas las artes, pero del engaño en la
tragédia se dice que es justificable, y más, los que sucumben
a este engaño son más sábios que los que no lo hacen.
Y eso es así porque para llegar a la kázarsis como respuesta
emocional, para que el sujeto - haga la parte del coro, como quiere Lacan,
o haga mismo el papel de espectador – pueda sufrir uma conmoción, un
émoi, y ustedes se acuerdan que Lacan propone como
traducción para la Triebregung freudiana el émoi
pulsionel; bien, para que el sujeto pueda sufrir este émoi,
que tiene que ver con una perdida , la respuesta emocional puede ser de dos
grados: el primero sería el de aquel que llega a una comprensión
racional de que la situación presentada es digna de compasión
y que la inestabilidad del bienestar ajeno no es distinta de la del proprio;
y la respuesta de segundo grado es la del que vive simpateticamente los hechos
de la escena, y sufre y teme com los personajes como sí el mismo fuera
afectado por la situación. Y bien, para llegar a la kázarsis
la respuesta de segundo grado es más adequada. Es para eso que el sujeto
necesita sufrir el apate, el engaño.
Bien,
asi como yo les propusiera tomar la kázarsis como metáfora
para el proceso analítico, mi idea es tomar el apate como metáfora
para la transferencia.
Y
es acá, en la consideración a la transferencia, posibilitadora,
como lo vimos, de la emergencia de las conmociones pulsionales, que vá
a tomar su sentido mayor la ética del psicoanálisis.
Pues,
si una transferencia enpieza por lo imaginario, es función del analista
posibilitar el pasaje de ésta a lo simbólico. A no ser asi,
el análisis llevará el analisante siempre a una mimesis,
a una imitación del analista, lo que tornará practicamente imposible
la aceptación de la repetición con diferencia y la producción
de S1, la producción
de um autor original.
Cuando
Lacan propone ‘purgación’ como traducción para la kázarsis,
pienso que se puede leer ahí que el analisis no busca la producción
de ningún puro, de ningún cataro.
Si la tragédia es mimesis de una praxis ideal, en Aristóteles
la praxis es una acción plenamente humana, fruto de una elección,
de una proairesis. La praxis se asienta, tiene sus bases en
lo humano, en el ethos, y en Aristóteles, es gracias a esse
ethos que manifestamos un determinado carácter, el
cual aparece por la preferencia en cierta forma de conduta o decisión.
El ethos “es lo que pone de manifiesto la elección responsable”,
dice Aristóteles en el capítulo 6, y solo lo que está
estructurado por el significante puede revelar el ethos. Y eso se escucha
gracias al deseo del analista.
Lacan
dice que psicoanálisis no es una iniciación, o sea que al falo
no se llega, no se lo alcanza. El dijo en el seminario de 16 de enero de
1979, dedicado a La topologia y el tiempo, que la iniciación
es aquello por lo qual on s’élève al Falo - yo diria
que la iniciación es aquello por lo qual uno cree ellevarse
al Falo. Pero no, añade Lacan, al Falo se lo integra. Creo que es esta
la propuesta del discurso del analista.
Muchas gracias por su atención.
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